El miércoles, Activision mostró sus nuevos gráficos en tiempo real, siendo la estrella del evento el personaje demo, un humano animado que realmente los sorprenderá.
No sólo por la minuciosidad de sus texturas, sino también por las expresiones faciales, los ojos y en fin, mil detalles que podrían hacer que muchos lo confundan con una persona cualquiera. Tienen que ver el video!
Las primeras técnicas de éste tipo se utilizaron en películas como "El expreso polar" (2004), pero valgan verdades, de allí al resultado que vemos hoy existe una gran diferencia.
El mérito se encuentra en los desarrolladores de juegos de Activision y lo que llaman la "próxima generación de reproducción de personajes". El video de arriba formó parte de la presentación realizada hace un par de días en la GDC 2013 (Conferencia anual de desarrolladores de juegos), a cargo de Jorge Jimenez, experto en gráficos en tiempo real.
De acuerdo con Jimenez, ese rostro y otros parecidos representan "la culminación de muchos años de trabajo en personajes foto realistas", con la firme convicción de que "cada detalles es el secreto de lograr la realidad".
Pero eso no es todo, ya que la parte realista de los personajes es sólo el comienzo, los desarrolladores también deben asegurarse que sus animaciones puedan ejecutarse en tiempo real con tarjetas de video y computadoras que la mayoría de personas puedan adquirir. Y eso es lo que Activision ha conseguido, usando conceptos de animación estándar, escaneo facial y mucho trabajo artístico para lograr que el resultado se vea así de real.
¿Nada mal, cierto? ¿Les pareció bastante real? ¿Aún le falta algo?
1. Lo que falta es algo bastante complicado y evidente, el pelo.
2. El realismo está sobrevalorado. La realidad es realista, los juegos tienen que ser divertidos. Un juego no tiene por qué ser realista, es habitual que los ojos sean más grandes de lo normal, por ejemplo en juegos como Saints Row 3 o The Sims, esa estética ligeramente como de dibujo animado hace que no se les perciba como personas extrañas sino como dibujos muy bien hechos. Otro ejemplo es el anime, que tiene una estética propia y que permite contar historias sin tener que preocuparse del realismo (ni de actores ni efectos especiales a lo Beowulf).