Con Windows XP y Vista como que no había la necesidad de cambiar a un procesador de 64-bit, ya que los problemas de compatibilidad con los drivers eran enormes. Con la venida de Windows 7, el cambio pareciera ser algo recomendable.
Antes de realizar el upgrade de XP o Vista a Windows 7 debemos de decidir si queremos ir por un x86 (procesador de 32 bits) o por un x64 (de 64 bits). Lo recomendable es uno de 64-bit.
¿Pero, por qué? Primero hay que ver que representan exactamente estos números. 32-bit y 64-bit representan la capacidad de procesamiento de datos entre la memoria (RAM) y el procesador. Obviamente, podemos intuir que el de 64-bit tiene el doble de capacidad que el de 32-bit. Si estamos utilizando Vista con 32 bits, podemos ver que la memoria máxima que se alcanza es de 3 GB (aunque se tenga 4 GB), pero con Windows de 64 bits podemos lograr más.
Además, en el futuro próximo, tener más de 4 GB se volverá un estándar y los desarrolladores y proveedores de servicios darán soporte y crearán controladores para procesadores de 64 bits. Por lo que es aconsejable invertir en un procesador y sistema operativo de 64 bits, desde ahora...