Entre el diseño y la emoción
Algunas veces, muchas en realidad, cuando me propongo iniciar un trabajo con un programa (Photoshop, dreamweaver, Word o cualquier otro), me surge la necesidad de acomodar el espacio de trabajo.
Esto es porque el diseño del programa provoca una emoción en mí, que puede ser de apatía o de total motivación. Por ejemplo, cuando escribo en Word, necesariamente tengo que estar en diseño de impresión (Ver > Diseño de Impresión), de lo contrario siento un fastidio que no permite que las ideas fluyan en mi mente.