Mañana, como cada tercer martes de septiembre, se celebrará en todo el mundo el Día Internacional de la Paz.
Una fecha instituida con el fin de conmemorar y fortalecer los ideales de paz en cada nación, en cada pueblo y entre ellos.
En un mundo en el que la violencia prevalece desde hace más de medio siglo. Prueba de esto se dio en el estudio realizado por la Universidad de Upsala (Estados Unidos); que detalla que en el periodo de 1946 a 2002 tuvieron lugar en el mundo 226 conflictos armados de distinta intensidad.
El 90 por ciento de los cuales se produjeron en países en los que la población civil se ha convertido en principal objetivo.
Desde el año 2001, la Asamblea General de Naciones Unidas estableció la conmemoración de esta fecha. A través de ella la ONU invita a todos a celebrar este día realizando actividades educativas y de sensibilización de la opinión pública. Pero sobretodo a unirnos con el deseo del establecimiento de un alto el fuego a nivel mundial.
Utilicemos esta fecha para recordar lo que el odio y egoísmo del hombre puede traer como resultado; un sin fin de víctimas que se cuentan por decenas de millones. Pero sobre todo, como en su oportunidad mencionó el secretario general de la ONU: "Nada puede resultar más peligroso para nuestro empeño por alcanzar la paz y el desarrollo que un mundo dividido en frentes de orden religioso, étnico o cultural".
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