Durante cuatro meses circuló la noticia por el mundo. Un hombre elegantemente vestido e incapaz de revelar su identidad, fue encontrado en las playas de kent (Isla de Sheppey, Inglaterra) por la policía local.
Uno de los funcionarios le dio lápiz y papel en la creencia que fuera mudo, y el hombre dibujó la bandera de Suecia y un Piano (con todos los detalles, incluidas las 88 teclas).
Desde ese entonces se le denominó el hombre del Piano, y su identidad era el enigma.
Luego de ser llevado al hospital, encandiló a los médicos y personal que lo atendía con su melodiosa música, tocando el piano hasta por 4 horas sin pausa.
Hace 3 días, el viernes 19, una enfermera del hospital de Medway como era costumbre le preguntó al pianista si deseaba conversar, su respuesta fue afirmativa.
Y poco a poco se develó el misterio.
La exclusiva fue publicada por el tabloide Daily Mirror del Reino Unido, quienes afirman que la leyenda que se tejía sobre el pianista era una farsa. Que el hombre encontrado es un gay alemán, que se quedo sin trabajo en Paris y fue a Gran Bretaña, donde estuvo a punto de suicidarse.
Un empleado del hospital reveló que el hombre no era un pianista sino que el piano fue lo primero que se le ocurrió cuando se le dio el lápiz el papel.
Así pues, no se trató de una persona con un trauma severo, ni mucho menos de un autista. Sólo de un payaso que, por su pánico a decir la verdad, ocasionó muchos gastos al Centro Médico que lo atendía.
Ahora mismo, el hospital de Medway esta estudiando la posibilidad de demandarlo por la gran cantidad de dinero que gastaron al tratar todos los males que supuestamente tenía.
Poco importa ahora… conocer su nombre.