Semana Santa Peruana

En un país eminentemente católico como el nuestro, la Semana Santa en un verdadero acontecimiento. No tan sólo conmemorando la vida, muerte y resurreción de Jesucristo, sino a su vez en las diversas expresiones de tradición y costumbres que se lucen en todas nuestras provincias.

En especial en nuestros Andes, en donde se pueden asistir multitudinarias procesiones, en las cuales converge el sentimiento religioso del hombre andino y la vitalidad pre-hispánica.

Para Ayacucho, en su capital, San Cristóbal de Huamanga, situada en la Sierra Central del país a 2,761 m.s.n.m., la Semana Santa se inicia con el llamado "Viernes Doloroso". En el Domingo de Ramos, se realiza la tradicional entrada de la "Chaminza" o retama. Pero es...

En un país eminentemente católico como el nuestro, la Semana Santa en un verdadero acontecimiento. No tan sólo conmemorando la vida, muerte y resurreción de Jesucristo, sino a su vez en las diversas expresiones de tradición y costumbres que se lucen en todas nuestras provincias. En especial en nuestros Andes, en donde se pueden asistir a multitudinarias procesiones, en las cuales converge el sentimiento religioso del hombre andino y la vitalidad pre-hispánica.

Para Ayacucho, en su capital, San Cristóbal de Huamanga, situada en la Sierra Central del país a 2,761 m.s.n.m., la Semana Santa se inicia con el llamado "Viernes Doloroso". En el Domingo de Ramos, se realiza la tradicional entrada de la "Chaminza" o retama. Pero es en el Miércoles Santo en donde ocurre el episodio más conmovedor, cuando las imágenes de la Virgen María y San Juan recorren las calles cubiertas de alfombras florales, para encontrarse con el anda del Señor Nazareno, exactamente en la Plaza de Armas, lográndose el muy emotivo "saludo" de Madre e hijo.El viernes Santo, al caer la noche, la ciudad queda a oscuras para dar paso al Señor del Santo Sepulcro o Cristo del Calvario.

Partiendo del monasterio de Santa Clara recorre la ciudad seguido por la Dolorosa y por sinnúmeros de hombres y mujeres de estricto luto, con cirios encendidos en mano. Luego se realiza una vigilia con rezos y cantos hasta el sermón de las 3 horas del día sábado. Sin embargo, después de los días de pesar, Ayacucho se vuelve fiesta. El sábado de Gloria, en el cerro de Acuchimay, se realiza una feria popular en donde se venden todo tipo de artesanías, bebidas y potajes típicos. Culminando con el Domingo de Resurreción, que es recibido con cantos e himnos gloria por el resucitado. El Señor aparece en un anda majestuosa en forma de pirámide y es cargado por las calles al doblar de las campanas y fuegos artificiales.

En el Cusco, los pobladores inician su celebración, en lunes Santo, con el culto a la imagen del Taitacha Temblores. Apreciándose con claridad la fusión de las culturas andina y cristiana, debido que la misma catedral del Cusco en la que descansa la imagen, está construida sobre la base del antiguo templo del dios Apulla Tikse Wiracocha.

La imagen del Señor de los Temblores es llevada en procesión por las calles de la ciudad, convirtiéndose en elemento central la flor de ñucchu, que en tiempos remotos fuera ofrendada al dios Wiracocha y que hoy representa a través de sus pétalos de color carmesí, la sangre de cristo. La imagen venerada jamás ha sido retocada, pese a que el tiempo y el humo de los cirios la han ennegrecido, tornándola en el cristo moreno que es más conocido como Cristo mestizo. En el viernes Santo, al igual que en Ayacucho, ocurre el encuentro de las andas del Cristo en el Santo Sepulcro y el de la Virgen Dolorosa. Pero con la diferencia que este día no es de abstinencia, sino que permite degustar de los diversos platos típicos.

Para los Huarazinos (Huaraz-Ancash), las festividades inician el Domingo de Ramos, con el desfile de las palmas. La efigie de Jesús sobre un burrito transita las calles de la ciudad. En Lunes Santo, el Señor de la Oración del Huerto sale del convento de San Antonio, para simbolizar un diálogo entre él y Dios Padre. El miércoles Santo, la venerada imagen del Cristo Pobre, recorre las calles cubierta con un manto de color púrpura y una corona de espinas, alumbrada por los fieles que caminan a su lado con velas y cirios encendidos.

El Jueves Santo se realiza el velatorio nocturno del Nazareno en la iglesia de La Soledad. Ya en Viernes Santo se realiza la procesión del Cristo de la Cruz, precedida por el anda de la Virgen Dolorosa. Al caer la noche, algunos hombres con túnicas blancas realizan la ceremonia de la desclavación y colocan la imagen de Cristo en un vidrio, llamado el Santo Sepulcro, que también será llevado en procesión. Terminando en el Domingo de Resurreción, en el que un Cristo resucitado es llevado al encuentro de la Virgen Dolorosa, mientras los tradicionales fuegos artificiales, anuncian que el Señor ha resucitado.

En fin, durante la Semana Santa, el Perú se viste de fiesta y ceremonia, se realizan desfiles y procesiones en diversos lugares de nuestra tierra. Resaltando asombroso atavío que visten sus calles y sus devotos. Así que si surge la idea de conocer más de nuestro país, esta es la mejor ocasión de hacerlo.